Gracias Enrique,
In my opinion “Consentful technology” as a guiding design principle is a radical departure from the abusive practices normalized in corporate software and services and even goes beyond the guarantees of transparency offered by the free software license paradigm. It brings a principled approach rooted in social justice values to thinking about how our interaction with technology should be not just how it is made.
I think it is helpful to avoid conflating consent with consensus and the democratic process of our organization. These are supporting dependencies that hold their own value. Our membership meeting and preparatory events are an opportunity for members to set priorities and elect a board of directors who in turn review staff and assign program coordinators to help the board implement those priorities. While the board may decide some major decisions deserve a member referendum, generally we are not asking members to approve every decision made by the board, staff and program team coordinators. This level of delegation is necessary for the organization to function efficiently. Through our website and subscription forms prospective members should be informed about our organizational structure before joining.
I agree with the original authors that focusing on the elements of the acronym (FRIES) is the most useful way to think practically about how consent relates to access. Here is my interpretation of just some the ways this could be applied in the context of server administration and support. Consent is informed. While we would not ask members to decide which persons should be qualified to access the servers where their data is stored we should explain who our trusted administrators are, why our leadership has granted them access, why that access is necessary and what it implies. Consent is freely given, if a members makes a support request that might require accessing their private data there should be some mechanism by which they can approve this act. Consent is specific, access to private member data should only be done in the approved context. This would imply that by default trusted administrators should not intentionally access private member data and that every effort within our capabilities should be made to anonymize member data when administrating our shared servers. Consent is reversible. Members should be able to rescind previously granted access to their data, unsubscribe from any communication lists they’ve been added to or remove public communications they have shared at anytime. Consent is enthusiastic ,no one should feel compelled to give up access to their data, support team members should offer alternatives when applicable and point members to documentation that might help them solve the problem on their own.
I should mention that most of the current practices employed by our trusted administrators are consistent with above guidelines but this framework could help us formalize and evaluate these practices.
It is true that members will still depend on a chain of trust and mechanisms to verify that the choices they are empowered to make are respected by the software’s actual code and the persons administrating that software on their behalf. These issues of transparency and trust are independent and related dependencies but they do not make consent irrelevant. Human centered design goals should drive our approach to designing systems, not the other way around.
En mi opinión, la “tecnología con consentimiento” como guía conductor de diseño representa un giro radical con respecto a las prácticas abusivas normalizadas en el software y los servicios corporativos, e incluso va más allá de las garantías de transparencia que ofrece el paradigma de las licencias de software libre. Aporta un enfoque de principios basado en la justicia social para pensar en cómo debería ser nuestra interacción con la tecnología y no sólo cómo se desarrolla.
Creo que es útil evitar confundir el consentimiento con el consenso y el proceso democrático de nuestra organización. Son dependencias de soporte que tienen su propio valor. La asamblea de nuestra membresía y los eventos preparatorios son una oportunidad para que la membresía establezcan prioridades y elijan una junta directiva que, a su vez, revisa al personal y asigna personas que coordinan los programas para ayudar a la junta a poner en práctica esas prioridades.
Aunque la junta directiva puede decidir que algunas decisiones importantes merecen un referéndum de la membresía, por lo general no pedimos que aprueben todas las decisiones tomadas por la junta directiva, el personal y las personas que coordinan los programas. Este nivel de delegación es necesario para que la organización funcione de manera eficiente. A través de nuestra página web y de los formularios de suscripción, las personas interesadas deben ser informadas sobre nuestra estructura organizativa antes de inscribirse.
Estoy de acuerdo con los autores originales en que centrarse en los elementos del acrónimo (FRIES) es la forma más útil de pensar de forma práctica en cómo se relaciona el consentimiento con el acceso. He aquí mi interpretación de algunas de las formas en que esto podría aplicarse en el contexto de la administración y el soporte de los servidores. El consentimiento es informado. Aunque no pidamos a la membresía que decida cuáles son las personas cualificadas para acceder a los servidores donde se almacenan sus datos, debemos explicar quiénes son nuestras administradoras de confianza, por qué nuestra dirección les ha concedido el acceso, por qué es necesario ese acceso y qué implica. El consentimiento es libremente otorgado , si una persona miembro hace una solicitud de apoyo que pueda requerir el acceso a sus datos privados debe haber algún mecanismo por lo que pueda aprobar este acto. El consentimiento es específico, el acceso a los datos privados de los miembros sólo debe hacerse en el contexto aprobado. Esto implicaría que, por defecto, los administradores de confianza no deberían acceder intencionalmente a los datos privados de la membresía y que debería hacer todo lo posible dentro de nuestras capacidades para anonimizar los datos de la membresía cuando se administren los servidores. El consentimiento es revocable Las personas deben poder revocar el permiso de acceso a sus datos que hayan concedido previamente, darse de baja de las listas de comunicación a las que se hayan añadido o eliminar las comunicaciones públicas que hayan compartido en cualquier momento. El consentimiento es entusiasta, nadie debe sentirse obligado a renunciar al acceso a sus datos, las personas del equipo de soporte deben ofrecer alternativas cuando sean factibles y dirigir a las personas a la documentación que pueda ayudarles a resolver el problema por su cuenta.
Debo mencionar que la mayoría de las prácticas actuales empleadas por nuestro equipo de administradores de confianza son consistentes con las pautas anteriores, pero este marco podría ayudarnos a formalizar y evaluar estas prácticas.
Es cierto que los miembros seguirán dependiendo de una cadena de confianza y de mecanismos que verifiquen que las decisiones que se les autoriza a tomar son respetadas por el código del software y por las personas que lo administran por encargo. Estas cuestiones de transparencia y confianza son dependencias independientes y relacionadas, pero no hacen que el consentimiento sea irrelevante. Los objetivos de diseño centrados en el ser humano deben guiar nuestro enfoque de diseño de sistemas, y no al revés.